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Museo, Eventos, Locaciones y Casa de Huéspedes.
Yaxcopoil, Yucatán, México.
La Hacienda Yaxcopoil se fundó en el siglo XVII. Su nombre significa en la lengua maya “lugar de los álamos verdes”. La hacienda reúne en su historia los tres grandes periodos del Yucatán de ayer, la vida prehispánica, la colonial y el auge henequenero de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Con más de once mil hectáreas de terreno en su época de mayor esplendor, Yaxcopoil fue considerada una de las fincas rústicas más importantes por su tamaño y magnificencia, tanto en el ramo ganadero como en el henequenero. No obstante con el paso del tiempo y con los continuos procesos de cambio político, social y económico en la región, su extensión se vio reducida a menos del 3% de su antigua superficie.
En la actualidad la hacienda está convertida en un parador y museo de carácter particular, que procura mostrar con la mayor veracidad y sencillez, los espacios y mobiliarios que se acostumbraba a usar en las épocas de esplendor.
La casa principal de amplios salones, altos techos, y espaciosos corredores, está rodeada de extensos jardines con una gama infinita de colorido y vegetación exuberante, que nos sitúan en un ambiente único e incomparable. Todavía cuenta con los muebles europeos originales que le confieren el ambiente de la época.
El salón principal está presidido por dos óleos: Don Donaciano García Rejón Mazó y su esposa María Mónica Galera Encalada, quienes en 1864 adquirieron la hacienda. A partir de entonces la propiedad fue pasando de padres a hijos hasta su actual propietario, descendiente de aquellos. En la oficina se guardan libros, planos, documentos y otras colecciones de la época de la administración de la hacienda.
En el oratorio se conserva un óleo de la época colonial. Allí se venera la imagen de su santo patrono, San Gerónimo de Yaxcopoil. El comedor y la cocina, ambas con un precioso y fino mobiliario que refleja la excelente manera de vida doméstica y campirana.
En la huerta se encuentra la piscina con sus vestidores, el tanque de riego y la noria con su motor y bombas Americanas de principios del siglo XX, que siguen trabajando extrayendo el agua para el uso cotidiano.
Del período prehispánico, Yaxcopoil conserva en sus montes, ruinas mayas formadas por numerosas estructuras piramidales, teniendo las seis principales una altura que varia entre 6 y 20 metros, una cancha para el juego de pelota y estelas menores que se encuentran en un área aproximada de 8 kilómetros cuadrados.
Uno de los salones, el llamado “Cuarto Maya”, se ha convertido en un pequeño museo que reúne numerosas vasijas, esculturas y otras reliquias arqueológicas del período clásico (250-900 DC) hallados en las ruinas mayas de Yaxcopoil.
En la planta desfibradora de henequén muestra vestigios de los primeros motores y máquinas del siglo XIX para el proceso agrícola e industrial. En el cuarto de máquinas se conserva en buenas condiciones un motor diesel alemán con 100 HP de potencia marca Körting (Hannover) de 1913, el cual se utilizó hasta 1984 cuando la producción de fibra de henequén en la hacienda concluyó, después de más de un siglo.
El taller y las bodegas los cuales son construcciones que tienen fachadas bellamente decoradas al estilo neoclásico columnas con cuatro esculturas de mujeres representando las estaciones del año de la fábrica de Alfarería de José de Antonés en Hostafrancos, (Barcelona). Al otro extremo de la manga al frente del cuarto de máquinas, se puede ver otros edificios que antaño formaron parte de la hacienda y que funcionaron como la escuela, hospital y tienda.
Debido a sus edificios de clásico estilo rural, Yaxcopoil es, sin duda alguna, la finca henequénera más conocida en la región, ya que su casa principal y planta han servido de escenario para filmaciones de varias películas y programas para la televisión.
Cualquier visitante que desee conocer el pasado de Yucatán debe recorrer una hacienda, porque son parte de su historia. De todas las haciendas que hay en la península, la mayoría se encuentran semidestruidas por el paso implacable del tiempo. Sólo unas cuántas de la magnitud de Yaxcopoil se han logrado conservar.
El imponente arco de entrada al corral, de fuerte sabor morisco debió de construirse hacia 1800 y su diseño se puede atribuir al arquitecto Santiago Servián, natural de Cádiz y que llegó a Yucatán a finales del siglo XVIII con el encargo de construir la cúpula de la iglesia de San Cristóbal, y que luego se avecindó en Mérida; su obra es muy numerosa y es un reflejo de su origen andaluz.
Viajando por la carretera rumbo a las ruinas de Uxmal, al pasar por Yaxcopoil surge de inmediato la edificación que más la caracteriza, su monumental “arco doble Morisco” del período colonial, quizá el más hermoso de Yucatán, que abre al visitante las puertas de la hacienda, ofreciéndole una cordial bienvenida.